Ciudad Juárez, Chih.- Madres de mujeres asesinadas, desaparecidas y en general víctimas de violencia encabezaron este sábado una caravana que partió del Umbral del Milenio, en la entrada de la fronteriza Ciudad Juárez, y recorrió más de 70 kilómetros hasta llegar al arroyo del Navajo, en Praxedis G. Guerrero, para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y honrar a quienes les fueron arrebatadas.
Imelda Marrufo, integrante de la asociación Red Mesa de Mujeres, recordó que se cumplen 16 años de la desaparición de María Guadalupe Pérez Montes, cuyo caso dio origen a múltiples exigencias que hoy han transformado la política institucional en Chihuahua. “Es un acto de memoria, para no solo recordar el aniversario de Lupita, sino también para honrar la memoria de ella, pero también reconocer la acción de su madre en compañía de otras”, dijo.
Aseguró que gracias al impulso de las familias se han logrado cambios como la creación de una nueva sede de la Fiscalía de Atención a Mujeres Víctimas de Delito en la zona Durango, la implementación de protocolos de investigación con perspectiva de género, la conformación de un fondo municipal para apoyar a madres de víctimas de feminicidio, establecido este año por el Gobierno Municipal de Juárez.
Marrufo advirtió, sin embargo, que las instituciones siguen sin fortalecerse al ritmo que exige la crisis. “Porque lo que ocurre es que la violencia se sigue presentando, pero no así necesariamente se fortalecen las instituciones, como debería ocurrir.”, afirmó.
“Nos arrebataron a nuestras hijas”: la madre que partió un pastel en el lugar donde hallaron los restos
Con el dolor aún vivo, Susana Montes Rodríguez, madre de María Guadalupe Pérez Montes, encabezó la caravana que coincide con el aniversario de la desaparición de su hija. “Mi hija desapareció en el centro y pues desgraciadamente mi hija se encontró en feminicidio, mi hija se encontró, se encontraron restos, ni un cuerpo encontré de mi hija, se encontraron restos y en el aniversario de mi hija íbamos a Arroyo de Navajo, que fue donde se encontraron los restos”, expresó entre lágrimas.
La madre calificó como “inhumanas” las experiencias que viven las familias de víctimas. “Es algo que a nadie le deseo, es algo muy inhumano, es algo terrorífico lo que estamos viendo ahorita las madres, queremos a nuestras hijas encontrarlas sanas y salvas como salieron de su hogar.”
Este 29 de noviembre habría cumplido 34 años, pero desapareció a los 17 años y lo único que le entregaron a Susana fue un cráneo.
Caravana del 25N: solidaridad y exigencia
La movilización fue organizada por el Movimiento de Mujeres de Ciudad Juárez, integrado por Casa Amiga, Red Mesa de Mujeres, Sin Violencia, Programa Compañeros e IOPI.
María Elena Ramos, una de sus integrantes, explicó que la caravana recorre distintos puntos de la ciudad para acompañar a las madres y exigir justicia. “Es un día emblemático para el Movimiento de Mujeres de Ciudad Juárez porque es el día que se conmemora a nivel mundial la no violencia en contra de las mujeres y es el día que salimos a exigir justicia y sobre todo a pedir que se erradique la violencia de todos los tipos en contra de todas las mujeres.”, afirmó.
La activista advirtió que las violencias previas al feminicidio siguen invisibilizadas. “ Pero antes de llegar al feminicidio hay muchas situaciones de violencia que se van acumulando y hay cuestiones así atroces.”, dijo.
Una frontera marcada por décadas de violencia
Ciudad Juárez sigue siendo uno de los epicentros nacionales de violencia feminicida. Pese a los avances normativos, organizaciones advierten que las desapariciones continúan, los feminicidios no cesan y las capacidades de investigación siguen rebasadas.
La caravana de este 25N se convirtió así en un acto de denuncia, memoria y resistencia, donde las madres —con sus fotos, globos, mantas, flores y pasteles truncos— recordaron que la justicia sigue siendo una deuda pendiente en esta frontera.
Al final resonaron las campanadas que trasladaron desde Ciudad de México a Juárez, para simbolizar el grito sonoro de todas las que han sido víctimas de violencia en esta ciudad.